Ahora por nuestra agitada vida diaria, donde encontramos mayores retos como manejarnos en ciudades con mucho tráfico (horas de estrés producto de esto), menos cantidad de tiempo libre para compartir con los seres que queremos, largas horas sentados en nuestros escritorios, poco tiempo para relajarse y comer con tranquilidad, vivir de modo apacible sin tanta ansiedad, siempre con problemas de cansancio, contar con comida de alto nivel nutricional y sin tantos pesticidas saborizantes y preservantes…
Todo esto va tomando parte de nuestra salud poco a poco y es importante darnos un tiempo para frenar, parar y reflexionar. El cuerpo necesita volver a su equilibrio y restaurarse adecuadamente.